Durezas y callos
Durezas y callosidades son motivo de consulta frecuente en las consultas de los podólogos, al menos en la Unidad de Podología de Clínica Teknos, en Ourense y Ribadavia. Pero hay que tener presente que durezas y callos no son lo mismo. Las durezas son lesiones de la piel más habituales en los pies y se trata de una respuesta al aumento de presión en un área determinada; tienen bordes sin definir y un color amarillento. Sin embargo, los callos, tienen un color más oscuro y los bordes bien definidos y se forman desde las capas más profundas de la piel. Cuando hay fricción en una zona del pie, la piel se protege generando un aumento de células cutáneas que, si no se trata, se convertirán en una dureza o un callo.
Uso de callicidas: ¿recomendable o no?
Lo mejor que se puede hacer ante una callosidad es acudir al podólogo para que sea el especialista el que determine qué tipo de tratamiento es el más adecuado tras conocer cuál es el motivo por el que se ha generado la callosidad. Es habitual que acudir al podólogo es la segunda opción tras usas callicidas o incluso remedios caseros. Sin embargo, es o peor que se puede hacer.
Los callicidas no son recomendables:
- No son soluciones definitivas y pueden provocar un empeoramiento de la lesión. Pero lo que es más importante, estos productos no eliminan el problema que causó la lesión.
- Pueden provocar quemaduras. Su mecanismo de acción es mediante agentes químicos (por ejemplo, el ácido salicílico) que producen unaquemadura de la piel con la que entran en contacto. La quemadura producida por el callicida nunca es delimitada y específica en la zona de la lesión hiperqueratósica (desplazamiento del apósito, sudoración…), sino que también afecta a la piel sana. Esto produce una irritación de la piel de alrededor, lo que produce aún más dolor que la propia lesión inicial. Las quemaduras producidas después de destruir epidermis y dermis pueden llegar incluso a afectar al tejido graso y al hueso.
Desde Clínica Teknos queremos aclarar que este tipo de lesiones a nivel plantar, en la gran mayoría de casos, estas tienen un componente biomecánico que se puede tratar realizando un correcto estudio de la pisada y unas plantillas personalizadas. Es importante saber por qué se producen estas durezas o callos, ya que pueden estar relacionados directamente con la biomecánica del paciente; otro motivo por el que se hace todavía más importante acudir a un podólogo.
Ante la aparición de una dureza o callosidad, lo mejor es acudir al podólogo para tratar la lesión de forma profesional, para orientar en la prevención e intentar dar soluciones de una forma eficaz y segura.