Consejos para elegir un calzado adecuado para el verano
Con la llegada del calor y las altas temperaturas se incrementa el uso de sandalias y de chanclas. Usarlas para ir a la playa o la piscina, o en duchas públicas, es adecuado, pero ya no lo es tanto extender su uso más allá de estos escenarios sin ser conscientes del riesgo que esto puede tener para la pisada en particular y para la salud en general.
- Las chanclas y sandalias, a diferencia de otros calzados como las zapatillas, zapatos cerrados o botas, no tienen sujeciones para el pie, por lo que el riesgo de lesiones aumenta a cada paso que damos. Los dedos van en constante tensión para sujetar el calzado y los tendones y músculos deben hacer un esfuerzo extra provocando un mayor desgaste y una mayor tensión, que a la larga nos provocan esguinces, dolores en el talón o en el arco del pie.
- Es posible evitar el calor en los pies pero sin que estos sufran, y podemos, desde moderar el uso de chanclas, hasta utilizar chanclas que sujeten más el tobillo y dedos o sandalias de tela con una buena suela.
- En caso de practicar algún deporte, es importante buscar que las telas de las zapatillas sean transpirables.
- Ante algún evento importante que requiera ir más elegante, lo ideal es buscar calzados de piel o cuero, evitando materiales sintéticos para favorecer la transpiración. Y evitando tacones elevados.
- Si vamos a realizar largos paseos, estamos de turismo o tenemos que conducir, es necesario llevar otro tipo de calzado en la mochila.
Y no olvides que ante cualquier molestia, lo mejor es que te pongas en contacto con tu podólogo para que pueda valorar tu caso.