La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune de causa desconocida que afecta a las articulaciones y a los tejidos de alrededor; cursa con brotes caracterizados por inflamación, dolor y rigidez articular, sobre todo por la mañana, y brotes de remisión de los síntomas con o sin secuelas. En casos muy avanzados, la deformidad articular es evidente así como la disminución del movimiento, pudiendo necesitar adaptaciones para poder llevar a cabo actividades de la vida diaria. Suele afectar a más de una articulación. La artritis reumatoide afecta más a mujeres que a hombres y suele aparecer a partir de la mediana edad.
Los objetivos de tratamiento de la artritis reumatoide con fisioterapia son:
- disminuir y eliminar el dolor,
- mantener la movilidad articular,
- disminuir la inflamación,
- aumentar la calidad de vida.
Además del tratamiento con fisioterapia, existen tratamientos farmacológicos como antiinflamatorios, antireumáticos, corticosteroides...
La fisioterapia es fundamental en estos trastornos ya que se pueden utilizar medidas para disminuir el dolor y la inflamación como frío o calor, ultrasonidos, masoterapia,… y otras técnicas para mantener la movilidad y la fuerza muscular.
Otro de los objetivos de la fisioterapia en pacientes con esta enfermedad es educar al paciente en cuanto la necesidad de un descanso adecuado y acerca de posturas y movimientos que pueden dañar incluso la articulación y favorecer la deformidad de la misma.
En casos muy avanzados, en los que el daño es muy grande, será necesaria la cirugía que puede ir desde la extirpación de pequeñas zonas dañadas de la articulación a, en casos extremos, una artroplastia total o extirpación total de la articulación.