Cada vez más modelos de calzado infantil apuestan por el velcro, algo que, además, es apreciado en escuelas infantiles y colegios por la comodidad para los niños pero, ¿es la opción más adecuada para la salud de los pies?
Como ya hemos destacado en otras entradas de este blog de Clínica Teknos, en Ourense, los niños de 0 a 18 meses lo más recomendable para su desarrollo es estar descalzos.
Calzado infantil con velcro vs calzado infantil con cordones: ventajas y desventajas
La practicidad del calzado infantil con velcro es la principal causa por la que está triunfando este tipo de cierre, por su facilidad para poner y sacar. Sin embargo, esa practicidad y autonomía también puede convertirse en un inconveniente; al ser fáciles de desabrochar pueden los niños quitárselos en cualquier momento. Este tipo de calzado con velcro puede ser muy útil sobre los 2 o 3 años para que los niños aprendan a calzarse solos y se vayan haciendo autónomos. Y son especialmente cómodos para niños con el pie ancho el empeine alto. A la practividad, la autonomía y la comodidad se le une la seguridad de evitar tropiezos con cordones desatados.
Sin embargo, tras esta primera etapa, hasta los 4 o 5 años, es el momento de empezar a usar calzado con cordones porque ofrece una mayor sujeción y estabilidad.
A estas edades los movimientos de los niños comienzan a cambiar al correr y jugar más. De ahí que el calzado con cordones se adapte mejor al pie aportando mayor sujeción y evitando lesiones. Además, a medida que crecen practican más deporte y en la práctica deportiva los cordones son fundamentales por lo ya expuesto relativo a la sujeción del pie frente al movimiento.
En cualquier caso, y a pesar, de estas recomendaciones generales, lo más adecuado es contar siempre con la opinión de un podólogo infantil que tras estudiar la pisada del niño puede aconsejar sobre el tipo de zapato más adecuado.